Los cimientos del mercado de trabajo han cambiado notablemente con la interminable crisis económica que padecemos y uno de los capítulos más afectados por la resultante corresponde precisamente a la cuestión financiera… la gasolina vital que lo mueve. Siempre había venido siendo el caballo de batalla de este sistema, pero tal como se han puesto las cosas se ha convertido prácticamente en el asunto más determinante de cara a cualquier planteamiento de índole sociolaboral.
De aquí que la importancia del enunciado que hacemos hoy esté en su propia razón de ser, ya que consiste el condicionante capital de cualquier estrategia emprendedora en estos momentos, tanto para las empresas como para los gobiernos, para los trabajadores, también para el propio sistema financiero y, como no, para los consumidores.
Antes de plantearte cualquier actividad emprendedora debes saber si cuentas con recursos propios, acudes al crédito bancario, buscas subvenciones públicas, a inversores privados (business angels), recurres a fondos de capital riesgo, a créditos de sociedades de garantía reciproca, a prestamos participativos, o bien te apuntas al crowdfunding, una modalidad de financiación que está en pleno auge pero que aún no está regulada, por lo que se debe de ser muy cautelosos con lo que se negocia, pero que se está convirtiendo en una fuente de capital con mucha proyección futura para proyectos sociales, vanguardistas y que defienden modelos de negocio rompedores y vinculados a nuevas tecnologías.
El crowdfunding o financiación colectiva es la cooperación masiva llevada a cabo por particulares en forma de red para conseguir dinero. En sus inicios se centró en proyectos sociales, culturales y artísticos para proyectarse últimamente hacia sectores emergentes. Los inversores pueden hacer participaciones de mayor o menor capital en diferentes proyectos. Donde mejor funciona el crowdfunding es donde más fallan los modelos existentes de financiación tradicional.
En España apenas acaba de llegar el equity crowdfunding, un tipo de financiación de empresas realizada por la venta de sus participaciones o acciones a pequeños inversores a escala global. No es más que aprovechar el tirón de la financiación colectiva para apostar por empresas con mayor envergadura, y no limitar este tipo de financiación únicamente a proyectos de carácter cultural o social.
ENISA es la empresa pública nacional de innovación, adherida al Ministerio de Industria, Energía y Turismo, que ante la falta de fondos, ha planteado un concurso público para crear una plataforma de Crowdfunding y apoyar e impulsar las iniciativas de crowdfunding en España, posibilitando a las empresas clientes de ENISA el acceso a este tipo de financiación.
En Andalucía la iniciativa pública en materia de crowfunding se remite el anteproyecto de ley aprobado el 25 de Junio de 2013 en el parlamento Andaluz, que recoge deducciones fiscales para los apoyos de particulares a actividades culturales, y entre ellas específicamente para proyectos culturales de crowdfunding. Los micromecenas podrán tener deducciones fiscales en el tramo autonómico del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) de entre el 15 y el 20% según condiciones.
Para más información:
Redes Sociales: